15. Soledad
Estudios de psicología dicen que lo que causa tantas muertes como el alcoholismo y la drogadicción, es la soledad. La soledad mata poco a poco a las personas, disminuye sus defensas, baja las energías de las personas, hace que se enfermen más y pueden sufrir depresión. Muchas personas le tienen miedo a la soledad, y a pesar de a veces no estar solo (físicamente) uno se siente apartado, incomprendido.
Me doy cuenta que no tengo a alguien con quien hablar esto que escribo. No porque no tenga amigos, porque soy una persona sociable, sin embargo no le cuento mis cosas a los demás, sobre todo por miedo a ser juzgado. Las personas hacen aseveraciones de los demás muy precipitadas, y no las culpo yo también lo hago.
¿Cómo sería la vida si nadie fingiera nada? ¿Si nadie aparentará ser distinto? ¿Si cada quien se aceptará como es? Por ejemplo, a mis amigos les dije que era cristiano, pero creen que soy el más grande santo en el universo, que no falló, que no me equivoco y que los jugaré si se equivocan, que sacaré la piedra y los enviaré al infierno. Ese no soy yo, no soy como ellos creen. De hecho, no se si soy un verdadero cristiano. No quiero despreciar a los demás porque no quiero ser despreciado. Y esto no es moral, sino ética... Jesús dijo ama a tu prójimo como te amas a ti mismo, muy parecido al trata como quieres que te traten.
Pero pensar así es una utopía, pues por naturaleza juzgamos, hacemos grupos, equipos, aliados, rivales y enemigos. Así no hacemos para sobrevivir, en un mundo hostil, un mundo donde cada uno ve su propio interés. Tal vez es parte de nosotros, de nuestra naturaleza. Juntarnos con quienes son similares a nosotros. Eso explica los clanes sociales, las feministas, los grupos cristianos, los grupos LGBT, los deportistas, los que aman la fiesta o los que les encanta el laboratorio. Sin embargo, algo que creo es que al final todos nos sentimos solos.
Pues así me siento. Brenda desde que tiene novio ya no me hace caso. Ademas la deje para juntarme con Ismael y Daniel. Después todo lo que ocurrió, me quede sin nadie, solo. Incluso a la célula ya había dejado de ir hace mucho tiempo.
Me doy cuenta que no tengo a alguien con quien hablar esto que escribo. No porque no tenga amigos, porque soy una persona sociable, sin embargo no le cuento mis cosas a los demás, sobre todo por miedo a ser juzgado. Las personas hacen aseveraciones de los demás muy precipitadas, y no las culpo yo también lo hago.
¿Cómo sería la vida si nadie fingiera nada? ¿Si nadie aparentará ser distinto? ¿Si cada quien se aceptará como es? Por ejemplo, a mis amigos les dije que era cristiano, pero creen que soy el más grande santo en el universo, que no falló, que no me equivoco y que los jugaré si se equivocan, que sacaré la piedra y los enviaré al infierno. Ese no soy yo, no soy como ellos creen. De hecho, no se si soy un verdadero cristiano. No quiero despreciar a los demás porque no quiero ser despreciado. Y esto no es moral, sino ética... Jesús dijo ama a tu prójimo como te amas a ti mismo, muy parecido al trata como quieres que te traten.
Pero pensar así es una utopía, pues por naturaleza juzgamos, hacemos grupos, equipos, aliados, rivales y enemigos. Así no hacemos para sobrevivir, en un mundo hostil, un mundo donde cada uno ve su propio interés. Tal vez es parte de nosotros, de nuestra naturaleza. Juntarnos con quienes son similares a nosotros. Eso explica los clanes sociales, las feministas, los grupos cristianos, los grupos LGBT, los deportistas, los que aman la fiesta o los que les encanta el laboratorio. Sin embargo, algo que creo es que al final todos nos sentimos solos.
Pues así me siento. Brenda desde que tiene novio ya no me hace caso. Ademas la deje para juntarme con Ismael y Daniel. Después todo lo que ocurrió, me quede sin nadie, solo. Incluso a la célula ya había dejado de ir hace mucho tiempo.
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