17. Pride
Estaba muy enojado con Brenda por cómo me abandono en la fiesta. Yo empecé a hablar con Edgar por Facebook. Hablamos diario desde entonces. Yo pensaba que él era muy diferente a mí y que no íbamos a poder tener una conversación fluida, pero contrario a eso me gusta hablar con él. Solo esperaba que no fuera otro Ismael que solo le gusta jugar y fingir alguien que no es.
Hablamos de la fiesta, como nos divertimos y como terminamos mal. Él por suerte se fue a casa de una de sus amigas que vivía por ahí cerca. Él dice no recuerda cómo llegó allá. En la conversación él me dijo que iba a ser la marcha LGBT el siguiente sábado. Yo le dije que nunca había ido a una marcha LGBT, que me gustaría ir por primera vez. Me dijo que si íbamos juntos a la marcha. Yo me sorprendí mucho porque jamás pensé que él quisiera ir, bueno apenas nos conocíamos. Sentía que todo era muy nuevo.
Decidimos ir a la marcha LGBT en la Ciudad de México. La marcha empezaba a las 12:00 pm. Llegamos las 4:00 p.m. Pues no vi todos los carros, ni muchas cosas que se hicieron. Solo estábamos Edgar y yo en el centro. Sentía que era otro mundo, algo totalmente distinto. Sentí que ahí podía ser libre, que no me iban a juzgar por cómo me vestía, por cómo me movía o hablaba. Me sentía libre de ser quien era. No puedo describir con palabras ese sentimiento desbordante.
Edgar se quedó de ver con una de sus amigas. De hecho, era la amiga con la que se quedó el viernes pasado después de la fiesta. La vimos frente a Monumento a Juárez. Ella se llamaba Yuly, al parecer eran muy buenos amigos los dos. Edgar dijo que fuéramos a un bar gay cerca del Centro Histórico, nunca había ido a un bar, y mucho menos a un bar gay. La verdad tenía mucho miedo de ir, la gente mayor decía cosas feas que suceden ahí adentro. Que había drogas y que te tocaban, que se aprovechaban de ti. Acepte ir porque confiaba en Edgar y Yuly también me hacía sentir más seguro. Incluso en los lugares donde había mucha gente, él tomaba mi mano para no perderme. Vaya, tenía manos muy ásperas y gruesas, eso era muy sexy.
El bar se llamaba El Pecado. Era extraño que Edgar conociera muchísimos lugares LGBT. Él dijo que no era gay, ni bisexual, él se consideraba "hetero flexible". Yo considero que eso es una tontería. El bar era también muy divertido, me sentía libre de bailar y cantar las canciones que yo quisiera. Había muchísima gente, pero me estaba divirtiendo como nunca. Compramos varias cervezas, me estaba poniendo borracho.
Fui al baño y cuando volví, Yuly y Edgar se estaban besando tan intensamente que me volví a sorprender. ¿Porque me sorprende? ¿Tendré un alma de viejito? Pero algo aún se tornó más extraño, mientras abrazaba a Yuly él me acerco y me volvió a besar. No entendía nada, no entendía a Ismael y no entiendo a Edgar. Sus conductas son extrañas, no son personas a las que puedas predecir lo que harán. Esa noche fue divertida, nueva y genial. Al final de la noche, Yuly estaba muy borracha, casi perdida de la conciencia. Edgar se la llevó a su casa, yo pues obviamente me fui a la mía. Me encantaba salir con Edgar y descubrir un mundo nuevo.
Hablamos de la fiesta, como nos divertimos y como terminamos mal. Él por suerte se fue a casa de una de sus amigas que vivía por ahí cerca. Él dice no recuerda cómo llegó allá. En la conversación él me dijo que iba a ser la marcha LGBT el siguiente sábado. Yo le dije que nunca había ido a una marcha LGBT, que me gustaría ir por primera vez. Me dijo que si íbamos juntos a la marcha. Yo me sorprendí mucho porque jamás pensé que él quisiera ir, bueno apenas nos conocíamos. Sentía que todo era muy nuevo.
Decidimos ir a la marcha LGBT en la Ciudad de México. La marcha empezaba a las 12:00 pm. Llegamos las 4:00 p.m. Pues no vi todos los carros, ni muchas cosas que se hicieron. Solo estábamos Edgar y yo en el centro. Sentía que era otro mundo, algo totalmente distinto. Sentí que ahí podía ser libre, que no me iban a juzgar por cómo me vestía, por cómo me movía o hablaba. Me sentía libre de ser quien era. No puedo describir con palabras ese sentimiento desbordante.
Edgar se quedó de ver con una de sus amigas. De hecho, era la amiga con la que se quedó el viernes pasado después de la fiesta. La vimos frente a Monumento a Juárez. Ella se llamaba Yuly, al parecer eran muy buenos amigos los dos. Edgar dijo que fuéramos a un bar gay cerca del Centro Histórico, nunca había ido a un bar, y mucho menos a un bar gay. La verdad tenía mucho miedo de ir, la gente mayor decía cosas feas que suceden ahí adentro. Que había drogas y que te tocaban, que se aprovechaban de ti. Acepte ir porque confiaba en Edgar y Yuly también me hacía sentir más seguro. Incluso en los lugares donde había mucha gente, él tomaba mi mano para no perderme. Vaya, tenía manos muy ásperas y gruesas, eso era muy sexy.
El bar se llamaba El Pecado. Era extraño que Edgar conociera muchísimos lugares LGBT. Él dijo que no era gay, ni bisexual, él se consideraba "hetero flexible". Yo considero que eso es una tontería. El bar era también muy divertido, me sentía libre de bailar y cantar las canciones que yo quisiera. Había muchísima gente, pero me estaba divirtiendo como nunca. Compramos varias cervezas, me estaba poniendo borracho.
Fui al baño y cuando volví, Yuly y Edgar se estaban besando tan intensamente que me volví a sorprender. ¿Porque me sorprende? ¿Tendré un alma de viejito? Pero algo aún se tornó más extraño, mientras abrazaba a Yuly él me acerco y me volvió a besar. No entendía nada, no entendía a Ismael y no entiendo a Edgar. Sus conductas son extrañas, no son personas a las que puedas predecir lo que harán. Esa noche fue divertida, nueva y genial. Al final de la noche, Yuly estaba muy borracha, casi perdida de la conciencia. Edgar se la llevó a su casa, yo pues obviamente me fui a la mía. Me encantaba salir con Edgar y descubrir un mundo nuevo.
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