28. Piensa con la cabeza, no con el corazon
El primer paso para enamorarse es la vista. Nuestro cerebro determina con la vista si una persona es sana. Esa persona nos llama la atención. Miras a la otra persona, y te das cuenta que te ha envuelto. El segundo paso es el olfato, las feromonas de la personas son únicas. Nuestro cerebro determina si hay buena química y genética entre los dos. El tercero ya es más psicológico y es el cortejo...
Mientras más se pase con la persona, más intenso es el enamoramiento. Las hormonas en el cerebro nos vuelven tan adictos como la heroína o cocaína lo hacen. Este es nuestro lado salvaje del cerebro. Es nuestro instinto, es parte de la naturaleza. Provoca conductas irracionales e impulsivas. Nuestro cerebro de lógica y juicio, nos detiene un poco, nos hace ver si lo que hacemos está bien o está mal. Si habrá consecuencia o si corremos peligro. Pero cuando uno está enamorado, el cerebro salvaje es tal que no puede ser detenido.
Nos enamoramos de personas misteriosas. ¿Porque una persona te desequilibra tanto? ¿Acaso aquí actúan los miles de años de la evolución? El enamoramiento es complejo. La química en el cerebro aún más, la oxitocina, norepinefrina y dopamina. Se sabe que una cara proporcional atrae más a nuestro cerebro. Este enamoramiento ha provocado guerras, suicidios, escenas trágicas, odio y locura.
La otra persona se vuelve nuestro todo, recuerdas muchos detalles de las vivencias juntos, no podemos dejar de pensar en aquella persona, todo se vuelve obsesivo, cambiamos nuestras formas de ser, nos fijamos más en cómo nos vemos, buscamos agradarle. Nuestro sistema de recompensas en el cerebro se vuelve loco. Cuando llegamos a este punto, poco se puede hacer. Al principio nos basta un poco de antencion, pero nuestro cerebro se vuelve adicto. Cada vez buscamos más.
Mientras más se pase con la persona, más intenso es el enamoramiento. Las hormonas en el cerebro nos vuelven tan adictos como la heroína o cocaína lo hacen. Este es nuestro lado salvaje del cerebro. Es nuestro instinto, es parte de la naturaleza. Provoca conductas irracionales e impulsivas. Nuestro cerebro de lógica y juicio, nos detiene un poco, nos hace ver si lo que hacemos está bien o está mal. Si habrá consecuencia o si corremos peligro. Pero cuando uno está enamorado, el cerebro salvaje es tal que no puede ser detenido.
Nos enamoramos de personas misteriosas. ¿Porque una persona te desequilibra tanto? ¿Acaso aquí actúan los miles de años de la evolución? El enamoramiento es complejo. La química en el cerebro aún más, la oxitocina, norepinefrina y dopamina. Se sabe que una cara proporcional atrae más a nuestro cerebro. Este enamoramiento ha provocado guerras, suicidios, escenas trágicas, odio y locura.
La otra persona se vuelve nuestro todo, recuerdas muchos detalles de las vivencias juntos, no podemos dejar de pensar en aquella persona, todo se vuelve obsesivo, cambiamos nuestras formas de ser, nos fijamos más en cómo nos vemos, buscamos agradarle. Nuestro sistema de recompensas en el cerebro se vuelve loco. Cuando llegamos a este punto, poco se puede hacer. Al principio nos basta un poco de antencion, pero nuestro cerebro se vuelve adicto. Cada vez buscamos más.
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