4. Insípido

¿Nunca has deseado algo con tanto afán y después de obtenerlo, ya no te importe más? Pues eso me pasó el sábado en el grupo de jóvenes al que voy. Tanto tiempo desee ser líder de alguna área. Hoy creo que solo lo hago en modo autómata. Siempre había deseado que se enseñase cosas correctas, que se subiese la expectativa, la disciplina y la seriedad del asunto.

Hoy veo que él líder Uri lo hace y muy bien. Veo el Sol salir en el grupo, pero yo parezco muerto, seco como el Sahara, con el amor duro como cemento. ¿Que está mal en mi? Tengo todo lo que un día pedí, pero ya carece de valor y de sentido para mi. Esa pasión y emoción insaciable ahora parece insípida, solo hay color blanco y negro.

No puedo ser su líder, no puedo ser su ejemplo a seguir. De hecho ya no quiero serlo. Solo quiero estar más tranquilo, pero parece que ahora todos necesitan o quieren de mi, algo que no tengo para dar. Todo ahora resulta tan confuso y agotador.

Extraño él Aleks de antes. ¿Dónde está? ¿Aún queda rastro de él?

Incluso él liderazgo de mi escuela, creo que no podré mucho más. No tengo la energía necesaria. No tengo él dunamis para conseguirlo. Quisiera resetear todo. Empezar desde cero, que nadie me presioné, que nadie me juzgue. Todos lo hacen tan fácil, pero ya estoy cansado del camino, de luchar contra él mundo, de luchar contra mi mismo.

Todos son tan distintos para mi, tan extraños, tan ajenos a mi mundo. No sé si dejar todo será la respuesta, al fin y al cabo me ha costado mucho esfuerzo y paciencia. ¿Estaría dispuesto a tirar todo a la basura? ¿A ser un abortivo? Mi alma no lo soportaría. Es muy cierta esa frase "mientras más alto estás, duele más la caída".

Me esforcé para que todos me conocieran, que todos me voltearan a ver. Creí haberlo sabido todo y les quise enseñar a todos. Ahora les enseñare lo que es un mal ejemplo. Quise ser su líder, ahora estoy en el suelo. Si bien lo escribieron los antiguos a mi, el corazón del hombre es insaciable, no conoce limites, cuando alcanza su fin este pierde su valor. Fui como ese necio que quiso perseguir el viento, y neciamente creyó atraparlo en sus manos.

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