10. Recostado a un lado
Desperté hasta el amanecer, mi boca sabía a mini bar y mis labios estaban tan lastimados. Fue una noche muy loca, sentía que al fin era joven y vivía. De pronto me di cuenta que no estaba solo en la cama, a mi lado estaba él, Ismael estaba a mi lado. Al mirarlo recordé esos besos tan intensos que nos compartimos, una batalla se debatía entre lo correcto y lo incorrecto, el deseo de lujuria y la moral luchando, todo afuera del baño de esa casa.
Lo miré ahí, recostado a mi lado. Sus labios tan dulces, sus ojos tan hermosos, su barba tan caótica, su cabello tan perfecto. Su brazo estaba bajo mi cabeza, sentía su respiración en mi cara, no resisti y me acerque y le robe un beso, lento y suave para no despertarlo. Puse mi mano en su cadera, no puedo creer cuál curva sensual tenía bajo su costilla.
Lo miré por un buen rato, sentía su calor, sentía su aroma. Sabía que ese momento no volvería, tal vez nunca no lo sabré. Sabía que las cosas no serían igual, así que trate de inmortalizar ese momento, hasta el punto en que volví a dormirme bajo su brazo, abrazados.
Unas horas después el se incorporó, nos levantamos todos y bajamos a desayunar. El se sentía muy mal por la cantidad de alcohol que tomó. Mi playera olía a él, apestaba a él. El resto es una historia innecesaria desayunamos y nos fuimos a su casa. Sin mencionar nada, sin insinuar nada, como si nada hubiese pasado entre nosotros.
Al día siguiente no soporte su indiferencia y para abrir el tema le dije que no dijera nada, en especial con Brenda. El me dijo que no sabía de qué hablaba, que él no sé acordaba, que no recordaba absolutamente nada. No supe si creerle o no. Le recordé todo lo que hicimos, el quedó impactado por lo que estuvimos a punto de hacer esa noche. No se disculpó o se excuso solo dijo "así es la vida". Creo que no era la primera vez que hacía eso, su reacción fue todo menos algo nuevo para él.
Lo miré ahí, recostado a mi lado. Sus labios tan dulces, sus ojos tan hermosos, su barba tan caótica, su cabello tan perfecto. Su brazo estaba bajo mi cabeza, sentía su respiración en mi cara, no resisti y me acerque y le robe un beso, lento y suave para no despertarlo. Puse mi mano en su cadera, no puedo creer cuál curva sensual tenía bajo su costilla.
Lo miré por un buen rato, sentía su calor, sentía su aroma. Sabía que ese momento no volvería, tal vez nunca no lo sabré. Sabía que las cosas no serían igual, así que trate de inmortalizar ese momento, hasta el punto en que volví a dormirme bajo su brazo, abrazados.
Unas horas después el se incorporó, nos levantamos todos y bajamos a desayunar. El se sentía muy mal por la cantidad de alcohol que tomó. Mi playera olía a él, apestaba a él. El resto es una historia innecesaria desayunamos y nos fuimos a su casa. Sin mencionar nada, sin insinuar nada, como si nada hubiese pasado entre nosotros.
Al día siguiente no soporte su indiferencia y para abrir el tema le dije que no dijera nada, en especial con Brenda. El me dijo que no sabía de qué hablaba, que él no sé acordaba, que no recordaba absolutamente nada. No supe si creerle o no. Le recordé todo lo que hicimos, el quedó impactado por lo que estuvimos a punto de hacer esa noche. No se disculpó o se excuso solo dijo "así es la vida". Creo que no era la primera vez que hacía eso, su reacción fue todo menos algo nuevo para él.
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